Por qué respetar la observación y (auto)aprendizaje de los niños sin interrumpir sus procesos

Hoy en día muchas madres y padres tenemos claro que no queremos “embutir” a nuestros hijos de conocimientos, que no queremos que tengan deberes o que pasen largas horas estudiando a través de libros en la escuela.

Salimos con los peques a espacios naturales, al campo, al mar… esperando que el aprendizaje sea más vivencial. Que la naturaleza que ven les genere preguntas y sed de aprender.

Y ahí estamos, al acecho, buscando la más mínima oportunidad para compartir conocimiento y metérselo en la cabeza. A menudo un niño pequeño está observando una flor detenidamente y de golpe se acerca un adulto (padre, madre o educador) explicando las partes de la flor, o de que especie es o la época del año en que florece… Y es posible que acabemos de romper un momento único en el que ese pequeño estaba disfrutando de la experiencia, quizás en un estado semi-meditativo o estaba recordando algo relacionado con la flor… no sabemos lo que pasaba por su cabecita.

Respetar esas pequeñas observaciones de los niños sin interrumpir impartiendo conocimiento o intentando generar una expectación aún superior de la que ya tiene el niño es primordial. Los pequeños se maravillan de su entorno constantemente. Quizás sería mejor no interrumpir, porque esos momentos únicos y tan importantes se esfuman. Se acaba perdiendo también, así, la capacidad de los seres humanos de sorprenderse y admirar el entorno, el arte…

aprendizaje vivencial autoaprendizaje

¿No os ha pasado nunca que os quedáis maravillados ante un paisaje exuberante del que no conocéis ningún nombre de planta pero que os invita a relajaros y a sentiros felices sin más?

¿Y qué os parece si llega otro adulto y os empieza a indicar el nombre científico de cada planta? ¿O las partes que tiene? Pues se rompe la magia del momento, ¿verdad?

Lo mismo sucede con los niños.

Pero es que además los niños son pequeños e inocentes, pero no tontos. Se dan cuenta de sobras que estamos intentando enseñarles algo. Pueden acabar aborreciendo las salidas al medio natural (o el aprendizaje en sí) si constantemente las convertimos en “salidas educativas”.

¿Y POR QUÉ QUEREMOS ENSEÑAR SIEMPRE A LOS NIÑOS?

Creo que una razón puede ser que tenemos muy interiorizado el binomio “educación-aburrimiento”, algo que quizás proviene desde nuestra propia experiencia, e intentamos aprovechar las ocasiones más lúdicas para meter baza y enseñar cosas de forma amena. Pero aprender es divertido en sí mismo si la motivación es real y propia.

Otra razón es que aunque queramos creerlo… en el fondo pensamos que si no enseñamos cosas a los niños jamás las aprenderán. Pero eso no es así. Los niños están aprendiendo constantemente. También los adultos lo hacemos. La experiencia no es sólo una gran maestra sino una generadora de inquietudes. Dejemos que los niños tengan muchas experiencias y después apoyemos las distintas inquietudes que puedan surgir de ahí. Así es como esos niños tendrán aprendizajes reales, que perdurarán.

Cuando hablamos de la importancia del aprendizaje vivencial no significa que haya que aprovechar cualquier vivencia del niño para enseñarle algo. No se trata de eso. Aprender a través de la experiencia no es lo mismo que aprovechar las experiencias para educar o enseñar. La diferencia gramatical es sutil pero son conceptos muy distintos. En la primera es el niño el que observa, quien extrae las conclusiones y quien dirige su aprendizaje. En la segunda es el adulto el que transmite ese conocimiento (de forma lineal y única, por lo general).

aprendizaje vivencial

Por supuesto, no estoy diciendo que un adulto jamás deba enseñar nada. Pero sí que antes de enseñar pensemos en qué experiencia está viviendo el niño en ese momento. Quizás es más importante dejarle espacio y tiempo para que la viva y aprenda de ella que no imponer siempre el conocimiento, aunque sea disfrazado detrás de una “experiencia” del niño.

Quizás, se me ocurre también, los adultos podríamos aprender de esa capacidad de observación de los niños y cultivar la nuestra propia, para darnos cuenta cuando es adecuado compartir el conocimiento o hacerles preguntas o, mejor aún, esperar a que ellos nos pregunten.

Si de verdad nos preocupa que aprendan, creo que como padres y educadores hemos de ofrecer entornos estimulantes, ofrecerles oportunidades para detenerse y observar… y su propia curiosidad les llevará a trazar un camino de aprendizaje.

Un abrazo,

Clara

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33 comentarios en “Por qué respetar la observación y (auto)aprendizaje de los niños sin interrumpir sus procesos”

    1. Muchas gracias Joguines Grapat! Es bonito sentirse acompañada por personas que comparten la misma visión de la infancia y la educación. Un abrazo!!! Clara.

  1. Pero alguien cree que ese comportamiento ,ese inpulso por enseñar que tenemos los humano es antinatural??
    Ese niño cuando mira la flor se esta maravillando con el mundo 1ue le rodea y un poco de informacion al respecto lo hacer ser mas humano y actuar igual manera con sus semegantes

    1. Hola Rafa. Yo no creo que enseñarle cosas a un niño sin parar nos haga más humanos que ser capaces de observar el entorno, analizarlo, sacar conclusiones, establecer relaciones de causa-efecto, etc. Pero para que ello se dé hay que dejarle espacio al niño. Abrazo, Clara.

    1. Sí, cierto. Vivimos en una cultura del “más es mejor”. Aunque después estamos demasiado preparados para muchos puestos de trabajo y, en cambio, surgen nuevas profesiones a diario, para las que no hay formación específica. Es por eso que ahora es aún más importante preservar las ganas de aprender en los niños y la capacidad de observación, de razonamiento, etc. Un abrazo, Clara.

  2. mutatis mutandis

    Muy de acuerdo con lo que dices. Cada persona tiene sus propios ritmos de aprendizaje y deben ser respetados (forma parte del derecho a la libertad de expresión). Por desgracia, el sistema educativo no permite delimitar esos tiempos (si lo hace es de forma artificial, encuádrandose en unos horarios). Estoy preparando oposiciones para Primaria y me gustaría transmitir estos y otros valores (como tutor, podré gestionar los tiempos). Pero la educación debe ser de toda la “comunidad”. No me refiero sólo a las familiias, sino a los medios de masas, Internet…

    1. Así es. Pero poco a poco van habiendo cambios y muchos maestros como tú se están replanteando la enseñanza, los tiempos en las escuelas, la función del maestro… En una sociedad tan cambiante creo que es fundamental que los niños piensen por sí mismos y puedan ser creativos con su entorno , que no memoricen conceptos que ni tan siquiera comprenden a veces. Mucha suerte en las oposiciones!!! Un abrazo, Clara.

  3. muy buen articulo! mi enano tiene 20 meses y esta en esa fase de coger y señalar todo. de momento con decirle el nombre de las cosas, ya tenemos bastante, pero lo de dejarle que descubra el solo es una guerra en la que estoy solo contra mi chica y los abuelos… 🙁

    1. Hola Julio, gracias por comentar. Poco a poco. A la gran mayoría nos educaron de una forma más directiva así que no es fácil desprenderse de ese bagaje y dejar a los niños descubrir por sí mismos o esperar a que ellos nos pregunten. Podéis ir en familia a algún grupo de juego en esta línea o leer bibliografía al respecto (libros de Loris Magaluzzi, M. Montessori, Piaget…). Quizás os ayude a tener una visión común. Un abrazo, Clara.

    2. No sabes cuanto te entiendo, querido Julio… Aquí para mi es lo mismo por muchos temas, empezando con la comida (sin forzar los niños) hasta le educación en general (sin maltratos)… Conociendo el pensamiento de personas como Montessori, Steiner, Malaguzzi y otros te das cuenta como de verdad los niños actúan, piensan y se emocionan… y no puedes hacer nada mas y nada meno que respetarlos. No hay marcia a tras! Un abrazo.

  4. la escuela montesori y el concepto de unshooling se basa en los mismos principios. el interes por aprender viene de uno mismo, va de dentro hacia afuera y no al reves. lo unico de lo que nos tenemos que asegurar nosotros es de que tengan un entorno y los medios apopiados para aprender, igual que una planta necesita un entorno con agua, nutrientes y luz, el resto ya viene por si solo. el forzar desde fuera hacia dentro, marcar pautas o interrumpir no hace mas que entorpecer el proceso. y tiene sentido, a los niños les gusta aprender pero a muchos no les gusta ir al colegio. el sistema educativo actual y la externalizacion de la educacion de los niños de las familias al estado es un completo fracaso porque no tiene en cuenta los procesos naturales, ni puede lidiar con el hecho de que cada niño es unico y aprenden a distintos tiempos distintas materias/conceptos..

    1. No lo podrías haber dicho mejor Coco, gracias por escribir. Creo que poco a poco la educación irá hacia allí, generar buenos entornos, estimulantes… que les generen curiosidad y les permitan aprender por sí mismos. Con maestros que puedan asistir a los niños, acompañarles y guiarles, pero preservando las ganas de aprender de los niños y su espíritu “investigador”. Un abrazo y gracias. Clara.

      1. gracias a ti por la entrada clara. por desgracia no comparto tu optimismo. creo que los maestros tienen cada vez menos recursos y margen para ser flexibles y sienten cada vez mas presion. a esto hay que añadir la comodidad que nos traen las nuevas tecnologias -como “pintar” en un tablet, que no mancha los dedos pero no es tan “real”, o tener amigos en “redes sociales” en vez de salir a la calle a jugar y explorar el mundo- .

        y por si fuese poco: llamame malpensado pero tengo la sensacion que la prioridad del sistema en el que vivimos, de nuestra sociedad, no es que los niños se desarrollen de forma natural y pasen a ser personas creativas, empaticas, criticas y autosuficientes sino todo lo contrario. a mi me parece que estan creciendo en un clima de competividad constante en el que lo importante es sacar buenas notas, ser “mejores” que los demas compañeros, obedecer y seguir las reglas, modas y corrientes sin cuestionarlas y volverse consumidores pasivos que ni manchan ni dan problemas.. es dificil de explicar, pero no me gusta nada el camino que llevamos como sociedad, empezando por la educacion de los peques.. lo siento si suena demasiado pesimista y apocaliptico 🙂

        un abrazo

        1. Hola de nuevo Coco! Entiendo tu pesimismo… y, en parte, tienes razón. En general la educación actual es como la describes. Pero yo sí percibo ligeros cambios, movimientos de profesores y padres en busca de nuevas formas de aprendizaje, intentando superar el actual modelo, etc. Hace años esto era impensable y ahora veo pequeños rayos de luz. Te dejo aquí un ejemplo http://www.escolanova21.cat. Está en catalán pero creo que con un traductor lo entenderás sin problemas. Poco a poco. Espero que de aquí unos años tengamos otro panorama educativo. Un abrazo, Clara.

  5. Soy padre de un niño de 7 años.
    Este verano, el dia que comenzaron vacaciones le dije bromeando.
    “Bueno, se acabo el colegio. Ahora completamente prohibido aprender nada mas hasta septiembre”

    Entendió perfectamente la broma perfectamente y en respuesta se dejo caer hacia atras y dijo.”Uy acabo de aprender lo que es la ley de la gravedad”.

    “¡¡¿Como?!!” grite yo haciendome el indignado.” Olvidalo ahora mismo. Hasta que empiece el colegio nada de aprender. Venga a jugar a tu habitación… pero que no me entere yo que aprendes algo”

    “Pero papa” me respondió con tono condescendiente. “Es imposible jugar sin aprender algo.”

    1. Qué anécdota más estupenda Alb.!! Me ha encantado, gracias por compartirla. Tu hijo tiene toda la razón, es imposible jugar y no aprender algo!! Un abrazo!!! Clara.

  6. Que venga un adulto y te abrase con información, torpe y mal, seguro. Pero, ¿es posible que un adulto diga algo a esa niña que observa que no haga más que aumentar su disfrute y conocimiento? Pues si. Otra cosa es que sepamos hacerlo, pero posible, enriquecedor y placentero, es.

  7. Desde luego, un adulto puede arruinar un momento como el que se plantea aquí. Pero, ¿de verdad creeis que no es posible que un adulto se acerque a esa niña que observa y pueda decirle algo que haga que disfrute y aprenda?
    Efectivamente, depende de la capacidad y maneras del adulto que ocurra una u otra.

    1. Yo no reniego de que un adulto en un momento determinado pueda decir o aportar algo. Al final del artículo lo digo, que lo que es importante es que el adulto observe también en que momento está el niño y vea qué necesita. Si está descubriendo o maravillándose de algo creo que es mejor dejar tiempo para que disfrute y extraiga sus conclusiones. Pero, por supuesto, hay momentos en los que podemos comentar algo o poner a su alcance la información. A lo que me refería es a esa necesidad del adulto de aprovechar cada momento para enseñar algo. Un abrazo y gracias, Clara.

  8. Yves-Vincent Duperron

    Gracias por el articulo y recordar esta enseñanza que generalmente es conocida en jardines Montessori. Me acuerdo que cuando mi hijo tenia 3 años , estabamos en el parque y yo veia como queria trepar la escalera de un juego. De inmediato empezé a incentivarlo, a mostrarle donda tenia que poner los pies… y no resultaba, así que lo dejé y yo solo me quedé observando. Despues de estar detenido un rato se sentó sobre la escalera, abrazo las barras y finalmente subió de una forma y por un camino que yo no había pensado. Me sentí orgulloso y en esté momento aprendí la lección.

    Necesitamos tiempo, buena disposición, paciencia con nuestros hijos. Los niños son maravillosos y al estar “conectados con el” (olvidate de estar whatsappeando mientras tu acompañas a tus hijos al parque) tambiém nos reconectamos con nuestro niño anterior. Ellos nos enseñana a detenernos, a observar, a disfrutar, a ver nuevos caminos, a salir de la rutina.

    1. Qué bonita experiencia Yves-Vincent. Así es, los niños pueden desarrollarse por sí mismos si les damos tiempo. Y no sólo estarán aprendiendo a caminar, trepar, o lo que sea sino que también estarán aprendiendo que pueden hacerlo por sí mismos. Y, por supuesto, para lo que necesiten que sepan dónde encontrar la mano adulto. Un abrazo y gracias, Clara.

  9. Hola,
    Me siento totalmente identificada. Como he estudiado Biología siempre ando diciendole a mi peque el nombre de los árboles, etc… (deformación profesional). Así que intentaré controlarme un poco.
    Hace unos días me pasó que fui a buscarle a casa de mi madre después de trabajar, y yo venga a preguntarle a ver qué tal el día, y no me contestaba, estaba mirando por la ventana. Y al de un rato me dice: “es que estaba mirando cómo se mueven las hojas de ése árbol”. Y es verdad, al mirar yo por la ventana, las ramas del árbol se movían con el viento y el sol sacaba un brillo a las hojas muy bonito. Producía una sensación muy relajante.

    Gracias por el consejo!!

    1. Qué bonita anécdota. Si es que los niños son grandes maestros. En realidad, con esa experiencia te transmitió mejor que yo y que cualquier texto esa necesidad de los niños de observar y maravillarse, a veces en silencio, sin necesitar nada más. Seguro que a medida que vaya creciendo tendrá interés y te hará mil preguntas sobre biología. Un abrazo guapa, Clara.

  10. Los niños simplemente aprenden en una forma bien distinta de los adultos. Ellos literalmente meditan (su frecuencia cerebral lo demuestra) en frente al mundo que descubren. Este es el aprendizaje mas profundo que un ser humano pueda tener. Las informaciones didácticas, el conocimiento lógico no se queda en sus memoria, por lo meno en los primeros 7 años. La mayoría de los adultos lamentablemente están demasiado poco informados sobre el aprendizaje de los niños, ellos son seres puros y así lindos que es maravilloso observarlos para aprender algo de ellos… Se tiene que desarrollar confianza hacia los niños, muchos padres tienen demasiado miedo ( que los niños no coman, que se lastimen, que se ensucien, y… la lista es muy larga) y ahogan sus peques dejándose llevar de estos miedos y no por la verdadera sabiduría que en realidad ya tienen; este instinto paternal que está sepultado debajo de cien de conceptos mentales y rutinas anti-naturales.
    Me ha gustado mucho esta entrada, siento mucha resonancia con mi forma de ser.
    Gracias por contribuir a la edificación de un Mundo Nuevo y mas bondadoso en el cual los niños de hoy serán el corazón luminoso.
    Un abrazo. Namasté

  11. Me encanta leerte y releerte. Comparto totalmente tu forma de ver este tema y en casa intentamos trabajárnoslo, porque sobretodo a mí me cuesta un mundo, quedarme un paso atrás y cerrar la boca y dejar que mis hijos generen sus propios aprendizajes.
    Es un verdadero gusto leerte.

    1. Muchísimas gracias por tu comentario Nacho. Me alegra que compartamos la misma visión. Y no te preocupes… todos tenemos esa inercia. Pero poco a poco y con conciencia vamos mejorando, jeje. Un abrazo fuerte, Clara.

  12. ¡Qué hermoso punto de vista, lo que estáis todos compartiendo!
    Yo hice exactamente eso con mi hija, cuando era pequeña, y creo que funcionó muy bien. Quise hacer eso con mis niños cuando trabajé en una guardería para otros. Y las circunstancias no me favorecían. Quiero hacer eso cuando me destinan de maestra a una escuela. Y me encuentro con un sistema educativo que me violenta para violentar.
    Quise hacer eso que decís, y al ir cambiando de etapas, y crecer, quise también dejar que se organicen, ayudarles a organizarse, enseñar lo que les interesaba, y sobre todo…permitir e incentivar a QUE HAGAN, ya que tengo superclaro que se aprende haciendo. Hay una edad para la exploración y el juego libre, cada uno el suyo, jugando solos pero al lado del otro, que está también en lo suyo, y ahí surgen pequeños momentos de comunicación mágica. Los pequeños hasta 3 años se mueven así. A partir de los 3 años, hacen esto pero también empiezan a establecer relaciones con los compañeros, relaciones de juego, de medir fuerzas, y hasta de ayuda mutua, si se les deja tranquilos. Sin esos esquemas tan pautados, tan uniformantes, de la escuela oficial. Que también está bien aprender a moverse en grupo, pero lo que la escuela mal-enseña es a abandonar las iniciativas personales, a moverse poco, y siempre a ritmo en grupo. Como en el ejército. Y con eso, vamos destruyendo infancias. Y domesticando humanos, para alimentar con sus vidas desprovistas de subjetividad y brillo, el sistema desprovisto de calidez humana y valor por cada humano. Así que apoyo mucho este proyecto de escuelas libres, y a ver si nos reúnen en Cuenca y nos cuentan como está funcionando, qué tal está sentando a los niños participantes, y a sus padres y acompañantes. Mi enhorabuena por el intento, salga mejor o peor. Que nadie os desanime, que todo intento tiene derecho a explorarse a sí mismo, aunque tenga fallos ¿qué intento no los tiene?. ¿Y quién dijo que hay que ser exitoso en todo?. ¡El sistema!. Si necesitáis una trabajadora “acompañante”, hacedme entrevista, que me ofrezco. Y si queréis subir el nivel a primaria, tengo título de maestra, estoy ejerciendo, y soy también especialista en inglés. Estaría feliz montando un aula unitaria de primaria, en una escuela así, en acuerdo con los padres, y con los niños.

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