Preparar adornos navideños con pasta de sal

A estas alturas seguro que ya sabrás que me encantan las ideas DIY!! Así que ahora que se acercan Navidades estamos aprovechando para preparar un montón de cositas nosotros mismos. Es una idea genial para involucrar a los niños en la preparación de las fiestas y remarcar la importancia de todo el proceso: lo importante es disfrutar de la Navidad, preparándola, estando en familia o con amigos, y no los regalos (o no solo los regalos vaya, jeje).

Así que estuve varios días pensando qué adornos navideños podía hacer el peque por sí mismo. No me gustan mucho las manualidades tan complejas que al final, por bonitas que sean, las acaba haciendo el adulto. Creo que para los niños pierde el sentido: ni aprenden, ni se divierten.

Así que después de pensar y buscar inspiración… di con la clave: ¡Pasta de sal! Si me sigues desde hace tiempo ya sabrás que es nuestra masa sensorial preferida, para moldearla funciona tan bien como la plastilina pero tiene la ventaja de que al secarse queda dura, dura, y permite hacer multitud de objetos con ella.

Y eso es lo que hemos hecho: la decoración navideña con pasta de sal.

Me encanta la idea de usar este material porque es apto para todas las edades: los más pequeños ya podrán jugar con ella porque no es tóxica (harina, sal y agua, todo comestible, ¿verdad?). A partir de dos años y con ayuda de moldes podrán crear cosas chulísimas y los mayores podrán hacer un trabajo más fino con ella, hacer sus propias formas sin necesitar moldes, pintarlas con rotuladores, etc.

No me enrollo y te cuento ya que hemos hecho.

ADORNOS NAVIDEÑOS CON MOLDES DE COCINA

Hacer estos adornos es muy sencillo, te detallo el procedimiento:

– Preparar la pasta de sal. Si necesitas saber los ingredientes y cómo se hace, te lo expliqué aquí.

– Hacer una bola y aplastarla (cada uno con la habilidad que tenga, no importa si queda muy lisita o menos, muy gruesa o muy delgada, todo está bien).

– Con la masa extendida se pone el molde y se aprieta, se quita la masa que sobra fuera del molde y listo! Podéis encontrar moldes de mil motivos. Nosotros usamos unos con forma de estrellas, corazones y mariposas.

– Por último, hay que hacer un agujero en la forma que hayáis hecho, para poderle pasar el hilo y colgar el adorno. Creo que este es el único paso que los más pequeños no podrán hacer por sí solos (al menos no justo en el sitio adecuado).

– Os recomiendo dejar secar las formas un día al aire libre por lo menos (12 horas por una cara, girar la forma y dejar secar otras 12 horas por la otra cara). Y después hornear unos 15 minutos a 100 grados. No os paséis con la temperatura porque se os pueden resquebrajar.

– Y ya está, ahora los peques pueden pintar los adornos, barnizarlos, añadirles purpurina, que da un toque muy navideño… lo que se os ocurra. Y ya estarán listos para decorar vuestro árbol de Navidad, las paredes, las lámparas…

Os dejo foto de cómo nos ha quedado. Al peque le pareció una idea genial pintar algunos corazones de negro, un color muy navideño! 😉 Y os muestro otras que pinté yo para que os hagáis una idea de las cosas que se pueden hacer dibujando con rotuladores metálicos sobre el adorno pintado con acuarelas.

BASTONES DE CARAMELO NAVIDEÑOS

La segunda idea que hemos hecho con pasta de sal son estos bastoncitos típicos de las navidades americanas. No es que me chiflen las americanadas, que para eso tenemos nuestras tradiciones… pero es que desde que vi esta idea de Fun at home with kids no me he podido resistir a probarla en casa!

Los hemos hecho también con pasta de sal, aunque en esta actividad se requiere mayor motricidad fina, diría que es apta para niños a partir de 4 años (o 3 y medio).

Te cuento como la hemos hecho:

– Preparar la pasta de sal en dos colores, blanco y rojo. El blanco ya lo tendremos por defecto, para el rojo, recordad añadir el colorante al agua y no a la harina y la sal, porque no os teñirá igual de bien.

– Una vez tenéis los dos colores preparados… hay que hacer un “churrito” de cada color. Esta fue la parte que más le gustó a Terrícola, jeje.

– Cuando ya los tenéis listos, ponéis uno al lado del otro y se trata de ir retorciéndolos sobre sí mismos. El peque hizo algunas vueltas… pero pronto decidió que le gustaba más hacer los primeros adornos. Seguramente se requiere bastante motricidad fina para hacer este paso.

– Una vez tenéis los dos churritos de colores trenzados hay que darle algo de forma de bastón y ya está, listos para dejarlos secar y hornear un poco para que se sequen más rápido.

Yo les he puesto un lacito rojo, porque me parecía más navideño. ¿Qué os parecen?

Espero que disfrutéis mucho haciendo estos adornos y que la casa os quede estupenda para recibir las Navidades. Por cierto, que Terrícola me dijo que esto de los adornos está muy bien… pero que él cree que Papa Noel prefiere que le preparemos comida y no adornos. Así que ya hemos puesto la cabeza en marcha para que ver que le cocinamos a Santa Claus, ¡os traeré la receta pronto! 🙂

Abrazo,

Clara

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