Cómo empezar a observar insectos con niños

Los insectos son unas criaturas que, pese a tener tamaños bastante reducidos… Pueden despertar también grandes miedos. Por eso, para muchos niños son motivo de rechazo, aunque para otros observar y explorar esas diminutas criaturas es fascinante.

Pero gusten más o menos, la verdad es que en el mundo hay millones y millones de insectos que conviven con nosotros, de múltiples formas. Sobre la tierra, bajo la tierra, dentro de casa, en nuestros jardines… Y no solo eso, sino que muchos son imprescindibles para el desarrollo de la vida y para tener un ecosistema saludable.

¿No es importante o, por lo menos, interesante conocerlos un poco mejor? ¿Y cómo podemos hacer eso posible en niños que quizás les tienen más respeto?

1. CUANDO LOS INSECTOS DAN UN POCO DE MIEDO…

Como decía, pese a que en el mundo hay infinidad de insectos, lo cierto es que a no pocos niños les dan miedo los bichos e incluso, a veces, pueden suponer un obstáculo para disfrutar de un buen día en la naturaleza.

¿Cómo podemos ayudarles a superar ese miedo? Conocer los insectos es un primer paso estupendo para perderles el temor, porque a menudo ese miedo se origina porque no los conocemos o porque imaginamos que todos son terribles y pican. ¿Pero es de verdad así?

En otras ocasiones, incluso, somos los adultos quienes reaccionamos de manera negativa ante estos invertebrados, transmitiendo a los peques nuestros propios temores. Así que hoy te propongo que os sumerjáis, grandes y pequeños, en el mundo de los bichos… Y empecéis a descubrir juntos lo increíbles y útiles que pueden llegar a ser los insectos.

Aclaro que este artículo es solo una guía o inspiración para acercar el mundo de los bichos a niños que los miran con cierto recelo… Para animarles a conocerlos y dejarse fascinar por la increíble variedad de insectos que hay y todas sus formas, comportamientos y otras singularidades.

A través de distintas ideas sencillas y algunos elementos de observación… Podremos facilitar que los niños se conviertan en pequeños entomólogos y disfruten con ello.

Por supuesto, esto no es una guía para fobias concretas o profundas a los insectos (o algunos de ellos). Cada caso requerirá su atención y mirada y es posible que lo que sea útil y adecuado para un niño no lo sea en otro caso.

2. CONOCER LOS INSECTOS DESDE LA DISTANCIA

Empezar a conocer e investigar los invertebrados desde la distancia es una excelente forma de acercarse a ellos. ¿De qué manera?

a) Tener libros de consulta para niños, con dibujos y explicaciones que les sorprendan.

Hay un montón de literatura infantil dedicada a insectos. E incluso muchos libros específicos (solo de mariposas, o solo de abejas, hormigas…). En casa tenemos un montón y la verdad es que los peques se quedan fascinados escuchando todo lo que los bichos son capaces de hacer.

Este libro que descubrimos hace poco en Amphibia Kids es nuestra última adquisición sobre el tema y me parece un libro estupendo para empezar ya que nos informa sobre los insectos con ilustraciones amables y además ofrece algunos “tips” para empezar a dibujarlos de forma sencilla.

Si a tu peque le encanta dibujar… Es otra forma genial para empezar a contactar con los bichos a través del arte.

b) Tomar fotografías de los insectos que os vayáis encontrando en el día a día o en las salidas a la naturaleza.

A los niños les suele encantar tomar fotos y es una forma de observar insectos con cierta distancia. Además, ofrece la ventaja de que si no se quieren acercar mucho… Siempre pueden usar el zoom.

La foto de esta preciosa mariposa la tomó Terrícola mismo. ¿No es maravillosa? Y claro, el orgullo de captar tus propias fotos es muy enriquecedor.

c) Hablar sobre insectos haciendo hincapié en curiosidades sorprendentes.

Conocer las diferencias entre los distintos invertebrados de una misma familia o anécdotas sorprendentes de los bichos puede ser muy útil.

Por ejemplo, las abejas son criaturas increíbles que polinizan las plantas (algunas de las cuales comemos) o por ejemplo… ¡las arañas pueden ser maravillosas porque pueden comerse los molestos mosquitos de casa!

Y acerca de las hormigas… hay un montón de tipos, incluso dentro de una misma especie hay “categorías sociales”, cada una encargada de tareas distintas… Las hormigas son muy trabajadoras y te pueden hacer un hormiguero en un pis pas, o transportar infinidad de huevos de un lugar a otro en muy poco tiempo… Pero pese a todas esas capacidades sorprendentes… Lo cierto es que las hormigas cotidianas que tenemos cerca… no suponen un gran peligro.

Creo que poder hablar ampliamente sobre todo esto puede ayudar, ya que los peques se suelen quedar con aquello que más les impresiona pero, en general, la mayoría de insectos son bichos fascinantes y poco peligrosos.

3. SALIR A OBSERVARLOS. ¿CÓMO?

Cuando los peques ya están más familiarizados con los insectos podemos salir a observarlos en vivo y en directo. Es ideal ir a un lugar o espacio conocido, ya sea nuestro propio jardín, un parque con naturaleza o algún otro lugar que frecuentéis y observar qué bichitos encontramos con mayor facilidad.

Lo mejor será buscar insectos no voladores por facilidad de observación, por no forzarles a detener su vuelo… Y también porque el niño integrará mejor un insecto que se mueva con lentitud.

Se puede coger los insectos con distintas herramientas que no implican la manipulación directa del insecto. Así el niño estará más confiado. Aquí os comparto un par de materiales sorprendentes y geniales que descubrí en Amphibia Kids y que permiten atrapar un insecto sin ni siquiera tocarlo.

Esta primera herramienta me gusta mucho porque es sencilla, no requiere pilas… Solo hay que abrir una abertura para poder coger los insectos y observarlos.

Aunque en casa tiene más éxito esta otra que os comparto en las imágenes de aquí abajo.

Es un pequeño aspirador muy suave que absorbe el insecto y va a parar a una cajita de observación. Aunque parezca muy sofisticado es un elemento sencillo que no daña al insecto y que permite liberarlo después, de forma fácil. Entiendo que para los niños sentirse un poco “cazafantasmas” tiene su aquél, jeje.

El potecito de la imagen de arriba es la cajita dónde van a parar los insectos una vez “aspirados” y permite observarlos tranquilamente.

También nos es muy útil este otro set de observación, que trae unas pinzas y un cazapariposas para coger los insectos y después un contenedor con una malla a través de la cual poder observar los insectos, cómo se mueven…

Como este contenedor de insectos tiene un asa permite transportar los bichos a otro lugar para observarlos mejor si es necesario. Aunque recordar que lo mejor es no sustraer a los insectos de su hábitat.

El mismo set de exploración viene también con un potecito con aumento para observar mejor los bichos y una lupa, según si se desea apreciar los insectos en libertad o bien de forma más acotada, según el insecto y el interés de cada niño, claro.

Aquí la peque está observando los “microbichos” que pueden vivir en ramas y troncos que hay por el suelo.

4. CREAR UN HÁBITAT PARA INSECTOS, NUTRIRLOS, RECREAR SUS CONDICIONES DE VIDA…

También me parece interesante poder crear hábitats para los insectos y poderlos observar con más regularidad, como por ejemplo los hoteles de insectos o bien crear un pequeño terrario de forma temporal.

Además, se pueden observar insectos y bichos que a los peques les suelen resultar amables, como los caracoles o los gusanos de tierra.

Una vez los peques hicieron un hogar para caracoles con una caja de agujeros. Les pusieron ramitas y un tronco en el interior y los caracoles, ¡claro! Fue un disfrute de mañana observándolos y después los liberaron.

5. MODELAR CON NUESTRA ACTITUD

Lo que transmitimos a través de nuestros actos es mucho más importante que lo que intentamos enseñar a nivel mental. Ya lo dicen, que la palabra convence pero el ejemplo arrastra. Y así sucede también con la respuesta hacia los insectos. Si nos dejamos fascinar por ellos… La curiosidad de los niños terminará despertándose.

Recuerdo una vez, un verano en el jardín que había una mariposa que no paraba de revolotear cerca nuestro. Le tendí mi mano y se posó en ella, cómo si hubiera entendido mi señal. ¡Fue tan mágico! Y desde ese momento el mayor iba tendiendo su mano a todas las mariposas que veía. ¿No es significativo?

Aquí la imagen de la mariposa sobre mi mano.

Por el mismo motivo, también es importante mantener la calma a la hora de observar insectos. Si a nosotros, los adultos, nos dan pánico… Será difícil que acompañemos a los niños en esa observación.

Como os decía, modelamos muchísimo con nuestra actitud, reacciones… Así que es importantes que nosotros estemos en paz con los insectos. Y si no es el caso… quizás sea buena idea que sea otro adulto quién, de momento, pueda acompañar esos primeros descubrimientos bichiles.

No me enrollo más, espero que os sean útiles estas ideas para las primeras exploraciones y que ese recelo hacia los insectos pueda transformarse en un disfrute o, por lo menos, asombro.

No os olvidéis de tener los ojos bien abiertos (recordad que son seres muy chiquitines, jeje) y la curiosidad despierta para dejaros fascinar por tan sorprendentes criaturas.

¡Felices descubrimientos!

Clara

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