10 ideas muy sencillas para jugar con agua en verano

En verano hace mucho calor y, a veces, si no se tiene acceso a una piscina o al agua del mar… Los mediodías pueden ser especialmente complicados. Más teniendo en cuenta que pese a que vivimos en un país de sol y calor… Los parques infantiles no tienen sombras ni demasiadas comodidades para pasar largo tiempo en ellos en la época estival.

Pero la verdad es que poniendo un poco de imaginación (y de eso los niños tienen mucha) pueden surgir un montón de ideas y recursos que aporten frescor a los juegos.

A lo largo de los años me sorprendo de cómo mis hijos se las ingenian para jugar y refrescarse. Da igual el contexto. Estemos en un jardín privado, en un parque municipal, en la piscina o en la playa… Siempre veo desfilar ante mí un montón de propuestas de lo más ingeniosas.

Por eso quiero compartir contigo algunas de estas propuestas de cosecha propia junto con otros grandes clásicos del verano, para que veas que pese al calor… Es posible jugar al aire libre, mojarse y disfrutar jugando.

En este artículo compartiré ideas muy sencillas, que son posibles de realizar tanto en un balcón, como en un jardín. En un espacio reducido, vaya. Publicaré en breve otro artículo con ideas para realizar en parques o plazas públicas.

Pues nada, hecha esta introducción… No me enrollo más. ¿Empezamos?

1. DIBUJAR UNA DIANA EN LA PARED Y DISPARAR CON LA MANGUERA

Recuerdo un verano que mis hijos estaban a tope dibujando con tizas en la pared del jardín y después disfrutaban borrando sus obras con la manguera.

Un día a Terrícola se le ocurrió hacer una diana en esa pared y después jugaba a lanzar agua de la manguera en su diana. El se hacía sus propuestas y retos, tipo “tengo que borrar solo el color rojo sin que se derrame el amarillo”, “he de dejar un punto de solo tal color”, etc. etc.

Como ves, es una propuesta muy sencilla, creativa y refrescante a la vez.

2. REFRESCARSE CON AGUA Y UNA ESPONJA

Esta idea surgió un día con mi hija pequeña… Mientras su hermano y sus primos más mayores jugaban con pistolas de agua y la manguera. Ella no quería mojarse tanto así que le acerqué una palangana y una esponja, solo para ella.

Y lo cierto es que me sorprendió el desarrollo de la actividad… Porque iba mojándose poco a poco… A veces empapaba la esponja y se la exprimía totalmente en las piernas y los pies. Otras… Estrujaba bien la esponja antes de pasársela por la piel.

Así, a su ritmo, podía regular cuánto y cómo se mojaba.

3. BAÑARSE EN UNA PALANGANA

Bañarse en una piscina o el mar es maravilloso, pero bañarse en un barreño es una propuesta insustituible.

Es una opción refrescante, posible en cualquier lugar, divertida…

Nosotros tenemos una pequeña piscina desmontable en el jardín. Sin embargo, de vez en cuando (y la peque muy a menudo) siguen llenando una palangana y bañándose en ella.

Creo que ofrece contención, relax (pues no se trata de nadar, simplemente estar en el agua, relajándose o jugando tranquilamente) y el agua está más calentita, pues se calienta con mayor rapidez.

Si me sigues hace tiempo sabrás que adoro las palanganas y sus posibilidades. Te dejo aquí enlace de un artículo que escribí con muchas otras propuestas con ellas.

4. JUGAR CON EL RIEGO AUTOMÁTICO

Aprovechar el riego automático del jardín es genial. Pasar corriendo, intentar saltar por encima… Introducir el riego en una batalla de pistolas de agua… La cuestión es jugar y mojarse.

5. POMPONES DE LANA

Jugar a lanzarse pompones de lana es igual de divertido que jugar a globos de agua y evitamos dejar residuos plásticos en el entorno.

Son muy sencillos de realizar, aquí os dejo un tutorial que me gusta especialmente porque hacen los pompones con las manos, de forma que lo pueden hacer los niños y ni tan siquiera se necesita material, salvo la lana, claro.

Una vez tenemos los pompones solo hay que tener un cubo lleno de agua en el que remojarlos y lanzarlos a nuestros compañeros o rivales (según de que vaya el juego, jaja).

Os aseguro que acabarán bien empapados.

6. HACER TRASVASES DE AGUA

Jugar con agua a hacer trasvases o bien mezclas de agua de colores es una actividad que permite experimentar, explorar y que a la vez es refrescante, pues siempre terminan mojándose y el agua cayendo por todos lados, jeje.

Como podéis observar en la secuencia fotográfica, la pequeña Silvestre empieza haciendo mejunjes y trasvases, continúa sumergiendo sus manos en el agua y, finalmente, aprovecha para mojarse los pies en el charquito que se ha ido haciendo con toda el agua derramada. ¡La cuestión… es mojarse y pasar el calor!

7. INUNDAR EL ARENERO, A MODO DE PISCINA

Hace años que observo cómo mis hijos y mis sobrinos inundan el arenero cada vez que nos reunimos en casa de los abuelos.

Siempre tienen la misión de hacer túneles subterráneos, experimentar por dónde saldrá el agua, etc. etc. Y el arenero termina repleto de agua cuál piscina y ellos tan ricamente disfrutando de mojarse.

8. BAÑAR LA MUÑECA, ANIMALES DE JUGUETE O LAVAR COCHES

Bañar muñecas, animales o lavar coches… Es una actividad clásica y atemporal.

Es una propuesta sencilla, fácilmente realizable en cualquier contexto… Y que puede cubrir la necesidad de refrescarse,  permite hacer juego simbólico, practicar distintas destrezas…

9. REFRESCARSE LOS PIES

Poner los pies en una palangana mientras uno se relaja al aire libre, juega, descansa… Es muy refrescante.

Mis hijos lo hacen constantemente, estén sentados en una hamaca, en la escalera…

Ofrecerles barreños, cubos y acceso agua y veréis qué sucede con todo ello.

10. MONTARSE UN BALNEARIO PROPIO

Si algo he aprendido de mis hijos es que el valor de las cosas sencillas es de los más extraordinario que hay.

Por supuesto, ir a un parque acuático es una experiencia genial… Pero la capacidad de adaptarse al entorno, buscar divertirse y adaptarse cualquiera que sean las circunstancias es, no solo un aprendizaje fantástico sino que además permite crear recuerdos francamente valiosos.

Recuero un día en el jardín de mis padres, corrían tiempos de post-covid, jeje, e ir a la piscina municipal era más complicado (había que pedir hora, aforos limitados, mascarillas, etc.) así que los peques decidieron montarse su propio balneario, pues les parecía más sencillo.

La peque en una piscina muy pequeña, con sus gafas de bucear puestas y todo, y el mayor tomando el sol con una palangana en los pies para refrescarse. Entre ellos se hacían bromas y disfrutaban de lo cómico de la situación: era… un lujo sencillo y cotidiano.

CONCLUSIÓN

En fin, hasta aquí las ideas y propuestas. Cómo habrás podido observar… Todas son muy sencillas, poco elaboradas… Solo quería mostrarte como con pocos elementos (barreños, esponjas, juguetes…) y acceso al agua pueden nacer grandes planes que permitan a los peques salir de las 4 paredes de casa, pese al calor, y jugar al aire libre y refrescarse.

Un abrazo,

Clara

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